29 de julio de 2007

Las parejas silentes

" Siempre me han llamado la atención esas parejas que no se hablan. Supongo que ustedes también se habrán fijado en alguna ocasión en alguna pareja que comparte almuerzo en un restaurante, o merienda en una cafetería, o simplemente pasea por la calle, sin que ninguno de los dos diga ni una palabra. Tanto ella como él suelen tener la mirada perdida en un punto del infinito, lejos de la persona que tienen en frente. Parecen sumidos en profundos pensamientos y en sus labios se dibuja un rictus de insatisfacción. Sí, seguro que los han visto en multitud de ocasiones.



Hace algunos días estaba en un restaurante con mi familia y teníamos en la mesa de al lado a una de esas parejas silentes. Rondarían la cincuentena, con aspecto de haberles ido bien en la vida. Mientras yo hablaba con los míos, no podía dejar de observarles ensimismados en sus pensamientos y tan lejos el uno del otro como si les separara un continente. De repente, sufrieron una transformación. El motivo no fue otro que la llegada de otra pareja. Despúes del intercambio de saludos y de que ellas se dedicaron unos cuantos piropos, los cuatro iniciaron una animada conversación. Y digo los cuatro, porque los silentes parecían haber despertado de su letargo y no sólo hablaban con sus amigos sino que también se dirigían el uno al otro. Parecía que necesitaban público para tener algo que decirse, para poder mostrarse una mínima atención. Y pensé que eran una de esas parejas incapaces de estar solas, de disfrutar de la vida sin la compañía de los otros. Seguramente una pareja ha llegado a su punto final, no cuando se acaba la pasión de la carne, sino cuando se termina la pasión de la conversación. En ese momento es cuando su convivencia está condenada, cuando ya no tiene sentido que sigan juntos.



Perder la ilusión por compartir, no soñar en voz alta sobre el futuro, en definitiva, no tener nada que decirse, me parece la peor condena que puede sufrir una pareja. Sobre todo si a pesar del silencio deciden continuar juntos. Cuando me fui, no pude evitar volver a mirarles de reojo, sorpendida por lo animado que parecía el matrimonio silente y pensé que, cuando regresaran a su casa o apenas se marcharan sus amigos, volverían a instalarse en el silencio, asumirse en su propio mundo, a desviar la mirada a algún punto perdido. Aquella pareja parecía tener un pasado común y sin embargo, en aquel momento tenían vidas separadas, porque sencillamente entre ellos no había palabras".

JULIA NAVARRO
(Suplemento Mujer hoy del 16 al 22 de junio)


* He colgado este artículo porque me ha sobrecogido leerlo. Creo que como dice la autora, todos hemos visto a estas parejas silentes, incluso puede ser que conozcamos a alguna. Son aquellos que ya no saben estar juntos, que continúan porque el cambio asusta y porque la rutina, aunque aburrida, es cómoda. Los distinguirás porque no saben estar ellos dos solos; me refiero a que no hacen planes para ellos, sólo ríen y disfrutan si sus planes incluyen estar con un grupo de amigos o con otras parejas. No todas estas parejas se han dejado de hablar, lo que ocurre es que no es necesario dejarse de hablar para no decirse nada.

19 de julio de 2007

Porque yo lo valgo...

Y no es del anuncio de Loreal. No quería comentar nada del examen que hice ayer (el teórico del permiso de conducir) por si lo gafaba. Ahora que me acaba de llegar el sms de la autoescuela y ya lo sé con seguridad: ¡¡¡HE APROBADO!!!


Sé que estas cosas no son de gran importancia, pero soy feliz cual perdiz ^^ Era uno de los proyectos que quería hacer este año, y de momento va bien (ya en septiembre veremos si lo completo aprobando el práctico, que es lo suyo jejeje). Así que de momento viento en popa a toda vela...


Este año está siendo algo acelerado => 2007: Termino la carrera, así que soy LICENCIADA. Supero el CAP y doy mis primeras clases en un Instituto saliendo contenta y bien parada. Estudio mi Oposición y no lo llevo del todo mal. Supero mi primer año de Doctorado, sacando de media un 9.22 en los seminarios, así que soy DOCTORA a falta de obtener en 2008 la suficiencia investigadora y, posteriormente, realizar la TESIS. Doy clases a un niño de 6º de primaria y en un mes y medio logro que promocione y pase a la ESO... y para rizar el rizo a mi chico le han ido las cosas bastante bien y está currando (en prácticas) en una empresa donde le va de P.M. ^^


Lo cierto es que daba algo de vértigo mientras pasaba, y notodo ha sido un camino de perlas, pero a veces la inercia de seguir adelante, las ganas de vivir y el empeño traen sus frutos.

RETORNO A SÍSIFO

Rodó la piedra y otra vez como antes 
la empujaré, la empujaré cuestarriba
para verla rodar de nuevo.

Comienza la batalla que he librado mil veces
contra la piedra y Sísifo y mí mismo.

Piedra que nunca te detendrás en la cima:
te doy las gracias por rodar cuestabajo.
Sin este drama inútil sería inútil la vida.


Y pongo este poema de José Emilio Pacheco porque lo leyeron el otro día en el curso de Literatura Mexicana al que estoy asistiendo, porque viene al caso de lo que hablo y porque con este autor me ha pasado lo que en el poema: iba a ser mi investigación para la beca de colaboración de 4º de carrera, pero no me la concedieron. Un poco a raíz de ello giré más hacia el teatro del S.XX y conseguí que un gran profesor (uno de los pocos Catedráticos de Teatro de España) estuviera encantado de dirigir mi tesis... GRACIAS PIEDRAS MÍAS. Sin vosotras no habría logrado mucho de lo que amo: no habría conocido a mi chico, ni habría madurado, ni aprendido ni evolucionado...

Un beso a los que sé que se alegrarán cuando lean esto, mucho lo debo a la ayuda y la comprensión de esas personas maravillosas que tengo en mi vida ^^

18 de julio de 2007