El post de ayer fue algo rápido y me dejé cosillas en el tintero. Me gustaría explicaros en qué consisten los llamamientos para las sustituciones, para que entendáis el calvario.
Si en esta vida hay algo peor que los Profesores interinos, éstos son los Aspirantes a Interinos, y en este caso me encuentro yo. El interino pertenece a un subcuerpo, también llamado grupo o masa de borregos, fácilmente manejable y utilizable. De ellos se sirve la Consejería de Educación para salvar las sustituciones de los I.E.S. (Institutos de Enseñanza Secundaria, por si alguien no lo sabía). Qué mejor que unos pobres profesores, que no han conseguido plaza, ordenados en una lista y a los que convocas y mandas al culo del mundo a realizar una sustitucion de 5 días; y, en muchos casos, si la rechaza, le sacas de la lista y que se despida el "desagradecido" de trabajar.
Aún dentro de este grupo de parias de la comunidad educativa hay clases, comme il faut, querido Watson. Hay dos listas: La lista Preferente, en la que están todos los que ya han trabajado (osease, Los Interinos) y la lista No preferente (Los Aspirantes a Interinos, o lo que es lo mismo, los parias entre los parias).
Tras esta breve introducción, paso a explicar en qué consiste el fastuoso acto de adjudicación de vacantes de plantilla y sustitución. Todos los Viernes cuelgan en la página de la consejería la convocatoria, indicando hasta que número de la lista de cada especialidad se llama. Ahí comienza el primer problema, hay dos tipos de vacantes: de sustitución (las bajas oscilan entre 5 y 30 días) y de plantilla (duran un año). Indistintamente son a jornada completa o tiempo parcial (las de jornada completa son obligatorias si te tocan). Los grandes amos y cabezas pensantes de la consejería cuelgan las listas a las 4 de la tarde de un viernes, siendo el llamamiento para el lunes a las 9 de la mañana (con lo que no puede el pobre interino llamar a los institutos para informarse de las bajas). Llaman a 30 y tantas personas de más, no vaya a ser que en los tiempos parciales los borregos renuncien y se queden sin alguno que explotar. Además, cada par de semanas la lista va hacia atrás, ya que se incorporan los cesados (léase: los que acaban de terminar su sustitución y se reincorporan a la lista con prioridad).
Así de jodido está el mundillo, gracias a una mierda de sistema de oposiciones, una piltrafa de sistema de adjudicaciones , etc. Realmente pienso que podría hacerse de una forma menos degradante y humillantes para el personal. Pero ya se sabe. Somos parias.
Si en esta vida hay algo peor que los Profesores interinos, éstos son los Aspirantes a Interinos, y en este caso me encuentro yo. El interino pertenece a un subcuerpo, también llamado grupo o masa de borregos, fácilmente manejable y utilizable. De ellos se sirve la Consejería de Educación para salvar las sustituciones de los I.E.S. (Institutos de Enseñanza Secundaria, por si alguien no lo sabía). Qué mejor que unos pobres profesores, que no han conseguido plaza, ordenados en una lista y a los que convocas y mandas al culo del mundo a realizar una sustitucion de 5 días; y, en muchos casos, si la rechaza, le sacas de la lista y que se despida el "desagradecido" de trabajar.
Aún dentro de este grupo de parias de la comunidad educativa hay clases, comme il faut, querido Watson. Hay dos listas: La lista Preferente, en la que están todos los que ya han trabajado (osease, Los Interinos) y la lista No preferente (Los Aspirantes a Interinos, o lo que es lo mismo, los parias entre los parias).
Tras esta breve introducción, paso a explicar en qué consiste el fastuoso acto de adjudicación de vacantes de plantilla y sustitución. Todos los Viernes cuelgan en la página de la consejería la convocatoria, indicando hasta que número de la lista de cada especialidad se llama. Ahí comienza el primer problema, hay dos tipos de vacantes: de sustitución (las bajas oscilan entre 5 y 30 días) y de plantilla (duran un año). Indistintamente son a jornada completa o tiempo parcial (las de jornada completa son obligatorias si te tocan). Los grandes amos y cabezas pensantes de la consejería cuelgan las listas a las 4 de la tarde de un viernes, siendo el llamamiento para el lunes a las 9 de la mañana (con lo que no puede el pobre interino llamar a los institutos para informarse de las bajas). Llaman a 30 y tantas personas de más, no vaya a ser que en los tiempos parciales los borregos renuncien y se queden sin alguno que explotar. Además, cada par de semanas la lista va hacia atrás, ya que se incorporan los cesados (léase: los que acaban de terminar su sustitución y se reincorporan a la lista con prioridad).
Así de jodido está el mundillo, gracias a una mierda de sistema de oposiciones, una piltrafa de sistema de adjudicaciones , etc. Realmente pienso que podría hacerse de una forma menos degradante y humillantes para el personal. Pero ya se sabe. Somos parias.