Mañana a las 7:00 saldremos de viaje a Burgos. No sé si será bueno o no. ¿Debo despedirme de los recuerdos de mi infancia para seguir adelante con mi camino? ¿O verlos será encerrarme más aún si cabe en la nostalgia? No lo sé, pero tampoco es acertado ocultarse de lo doloroso. A fin de cuentas dentro de una larga listas de neurosis, fobias, traumas y ansiedades, una más no es mucho ni encarecerá las visitas al psicoanalista.
Comprobaré in situ si he madurado lo suficiente como para enfrentarme alo que no me gusta sin desmoronarme. Alea jacta est, queridos amigos!
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