30 de diciembre de 2005

Soneto Nº 2 de la Primera Parte

Era una niña casi; nació
de una felicidad conforme de canto y lira,
clara brillaba a través de sus velos de primavera
y un lecho se hizo en mi propio oído.

Y ella durmió en mí. Y todo era su sueño.
Los árboles que admiré un día,
la pradera sentida, esa sensible lejanía
y todos los asombros que me conmovieron.

Ella durmió el mundo. ¿Cómo, oh dios del canto,
la creaste, para que no anhelara primero
estar despierta? Mira, ella nació y durmió.

Su muerte, ¿dónde está? ¡Oh!, ¿inventarás aún este tema
antes que se consuma tu canto? ¿Hacia dónde,
desde mí, se hundirá ella?... Era una niña casi...


Este poema pertenece al ciclo de los 55 "Sonetos a Orfeo" fue escrito por Rilke en un rapto de inspiración en febrero de 1922. Lo que estimuló a Rilke fue la muerte en 1919 de una joven y hermosa bailarina, Wera Ouckama Knoop, por quien él sentía una gran admiración.
En una carta a Margot Sizzo del 12 de abril de1923, el poeta habla de ella en los siguientes términos: "Esta hermosa niña, que comenzó primero a bailar y llamaba la atención de todos los que la vieron por su arte innato del movimiento y la transformación (...) le declaró un día a su madre que ya no podía o no quería bailar más... (...) Su cuerpo cambió de un modo muy peculiar: sin perder sus hermosos rasgos orientales, se tornó extrañamente pesado y macizo... (lo que señaló ya el comienzo de su misteriosa enfermedad glandular, que tan pronto la conduciría a la muerte). En el tiempo que le quedó, Wera se dedicó a la música y por último, sólo al dibujo, como si la danza que le había sido vedada hubiera seguido brotando de ella, pero en forma cada vez más suave y discreta...".
Una hermosa imagen de la muerte es la que nos presenta Rainier María. Ya es sabido que las vinculaciones entre la muerte y la literatura son amplísimas y dilatadas en el tiempo.
El poeta se insipiró además en el mito clásico de Orfeo. La historia más famosa en la que Orfeo aparece es la de su esposa, Eurídice. Eurídice es a veces conocida como Agriope. Mientras huía de Aristeo fue mordida por una serpiente y murió. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente, que todas las ninfas y dioses lloraron y le aconsejaron. Orfeo descendió al mundo inferior y con su música ablandó el corazón de Hades y Perséfone (la única persona que lo ha hecho alguna vez), los cuales permitieron a Eurídice retornar con él a la tierra. Pero se incluyó la condición de que él debía caminar delante de ella, y de que no debía mirar hacia atrás hasta que hubiera alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a Eurídice. En su ansiedad, Orfeo rompió su promesa y se giró para comprobar si ella seguía allí, y Eurídice se desvaneció delante de sus ojos. Roto de dolor, desoyó los cantos de sirena de las Ménades, sacerdotisas de Dionisio, que por un lado sentían una pasión descontrolada por él y por otro lo odiaban por haber despreciado el culto a su dios, y se refugió Orfeo en las montañas, donde se dedicó a encantar a la naturaleza con su música.
Se da, por último, un paralelismo: el que existe entre Wera y Eurídice. Ambas mueren prematuramente en la plenitud de su belleza y de su arte, pero antes de haber podido consumar el amor. Ambas dejan a un artista desconsolado con su muerte: Eurídice, al músico Orfeo y Wera, al poeta Rilke. Ambos artistas, tanto el mítico como el real, superan en cierto modo su dolor a través de una obra genial: Orfeo encanta a la naturaleza con su música, espiritualizando el mundo, mientras Rilke crea esta serie de sonetos de una profundidad y belleza incomparables y que están dedicados, justamente, a Orfeo.
Leer a este escritor es algo recomendable al 100%. Y como estudiante de letras no puedo dejar de poner un poema suyo aunque sea en un humilde post :P
Boa noite!

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