4 de noviembre de 2006

Los Heraldos Negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!

*Llevaba varios días pensando como abordar un tema que me tiene muy preocupada. Pero no hay palabras que acudan en mi ayuda en este momento porque es algo que me desborda, algo que nunca me tocó tan de cerca. Supongo que mi espíritu vivencial está vacío en este sentido. Este poema de César Vallejo expresa gran parte de la rabia que llevo dentro y de la impotencia de no poder ayudar a una persona que quiero muchísimo.


1 comentario:

SaraMR dijo...

Date por besada y abrazada por mí cuando por las circunstancias no pueda estar a tu lado. Aunque sé que te sonará manido, ánimo y para adelante, no tiraré de tí ni te llevaré en brazos pero estaré a tu lado para que apoyes tu brazo en el mío cuando te vacilen las piernas. Tomes la decisión que tomes estaremos Juanmi y yo siempre a tu lado. Te queremos muchísimo.