Fusilados los gongorinos y lopistas del tema 51, retrocedo al 35: Didáctica de la literatura. La educación literaria. Por cambiar, por repasar didáctica, leyes orgánicas y reales decretos, que los tengo abandonados desde antes de verano. Hay que apretarse el cinturón que ya hemos empezado en la academia xD
Por cierto, resulta que mi clase de veteranos de la EPO es más bien de veteranos opositores, así que me cambié el mismo día de grupo. Sigo yendo los sábados, con el mismo horario, pero a la clase de novatillos. Repasar temas no me va a venir mal, y los más de 30 temas que llevo ya por mi cuenta pues eso que me llevo pa mi misma. Además, así voy son Elena y se hace más ameno estar en clase.
Poco más, las clases de conducir, mi gente... Ah, y la posibilidad de dar clase de Inglés a un chaval de 2º de Bachillerato.
Por cierto, resulta que mi clase de veteranos de la EPO es más bien de veteranos opositores, así que me cambié el mismo día de grupo. Sigo yendo los sábados, con el mismo horario, pero a la clase de novatillos. Repasar temas no me va a venir mal, y los más de 30 temas que llevo ya por mi cuenta pues eso que me llevo pa mi misma. Además, así voy son Elena y se hace más ameno estar en clase.
Poco más, las clases de conducir, mi gente... Ah, y la posibilidad de dar clase de Inglés a un chaval de 2º de Bachillerato.
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
"mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón".
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
"mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón".
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
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