15 de mayo de 2006

Madre mía... ¡qué descontrol de mes, en general, y de semana que llevo! Casi empecé la semana con mi cumpleaños, un disgusto por un tema familiar (más bien una preocupación por mi hermano menor) y acabé con una boda de familia política lejana perdida en Sangonera La Verde.

Pero vayamos por pasos, entremedias sesiones con el fisio todas las mañanas antes de entrar a clase, que aunque me alivian y curan, me dejan como si me hubieran pegado una paliza... Ahora no sólo tengo mis contracturas musculares izquierda y derecha, ni mi cuello de cisne que sobrecargo posturalmente gracias a las horas de estudio y a la mierda de pupitres de la facultad, sino que me preocupo demasiado. Eso no es ningún descubrimiento. Lo sabía yo ya de hace unos años, desde entonces lo estoy combatiendo. Y a pesar de que cada vez lo control un poquitillo más, son numerosas las veces que ese estress me gana la batalla. Y ¡ala! a guardar tensiones y a apretar la mandíbula, supongo que por no pegarle un bocado a más de uno en el cuello (por algún lado tenían que aflorar mis tendencias vampíricas, querido Watson). Lo dicho, después de mis sesiones de terapia y visitas al traumatólogo, ahora hay que sumar la de la semana que viene al maxilofacial para verme lo de la mordida (o no-mordida, según se mire, oye).

Total, que paso más tiempo en consultas que un abuelte y esto empieza a ser preocupante (entiendase la ironía). ¡Qué tengo 23 años! Y parece que estoy hecha una piltrafilla... En fín.

Aparte de mis achaques de vieja, el destino, irremediablente regido por la ley de Murphy, se inclina a complicarme un poco más de lo que debiera, poniendome cerca a una de las pocas personas a las que no soporto en mi vida. Es lo que tiene la fatalidad, que te acompaña en la existencia. Aunque creo que nada es gratuito en este mundo y alguna lección se me vino a enseñar. Quizá una mayor humildad para mi persona, más paciencia y fortaleza. Al final la situación resultó bastante más apacible de lo que cabría esperar. El resto del universo me embebió y desconecté por completo de la desagradable presencia inoportuna.

¡¡¡¡Another point for little Sara!!!! ^^

Bueno aparte de todo eso, soy una graduada cuasi licenciada ( el 21 de junio termino y os cuento). Amén de una boda en mitad de la huerta murciana, que comer de chicha no comí mucho, pero a gambas nos pusimos mi chico y yo pinfos xDDD

Por cierto, vuelvo a mi sacrificada dieta, que ya entré en el traje de graduación y en el de la boda de ayer, pero ahora me queda la boda del sábado que viene jejeje. Al menos los resultados se van viendo aunque poquico a poco.

Me despido ya bloggers que mañana a las 6:30 estoy en pie y luego me duermo por los rincones de la facultad. Mil besos para esa gente buena y guapa que me quiere :*********

1 comentario:

SaraMR dijo...

jajajaja! va a ser eso... y yo sin percatarme. Voy a tener que mantener una charla con mis ropitas para que dejen de adelgazar... ^^