19 de febrero de 2006

Llevo varios días sin escribir, pero es que me encontraba muy muy perra :P
Supongo que se deberá a que se aproxima el comienzo del 2º cuatrimestre y apenas me apetece poner un pie en la Facultad. Tengo unas ganas locas de terminar este año. Necesito dar un cambio radical a mi vida en este aspecto. Finalizar el período universitario y abarcar algo nuevo. Seguramente me esperen 2 años mas de preparación semi univeristaria con el famoso TED de las narices, pero al fin y al cabo es una experiencia nueva y eso está bien.
Quizás el año que viene si no se instaura el TED a nivel nacional y si afecta a Murcia pero no a otras comunidades tenga que irme a vivir a otra ciudad para hacerlo en menos tiempo, ya veremos, porque todo esto no pasa ahora mismo de ser puras especulaciones...
Dejando de lado esto, me apetece reflexionar sobre otra cosa muy distinta. Varias anecdotas cercanas, a las que le puedo sumar experiencias presentes y pasadas propias, me llevan a preguntarme: ¿Por qué las relaciones vitales son tan complicadas?
No me refiero a las relaciones de pareja, que merecen un comentario aparte desde luego, sino a las relaciones grupales, de compañeros, de amigos... ¿Qué demonios le pasa a la gente?
Cada vez veo a más personas que eran muy amigas separadas y creo entrever una pauta que se repite casi siempre: La gente va a su puta bola. Ir a tu aire me parece estupendo, ser independiente; tener criterio, opinión propia es genial. Lo que ya no me parece tan bien es que el hacer lo que te dé la gana salpique a los demás.
Es cierto que a veces es inevitable, pero otras no. De hecho la mayoría de las veces es facilmente suprimible ese dolor que causamos a los demás. No es que me quiera poner el traje de moralista y darme golpecitos en el pecho, porque todos lo hacemos y muchas veces a sabiendas.
Pero hay días, en los que me paro a pensar en lo fácil que es hacer feliz a la gente que tienes a tu alrededor con un simple gesto o palabra. No hace falta recurrir a grandes acciones porque cada uno de nosotros sabemos qué pequeñas cosas alegran a nuestra gente. Y lo mejor de todo es que todo eso se puede hacer sin perder tu espacio personal, tu independencia, tus ideas...
Supongo que todo os sonará a moralina barata, nada más lejos de mi intención. Cuando veo que mis amigos sufren por la actitud de otros me detengo y reflexiono: ¿Por qué a veces tomamos la opción más cómoda, no más fácil, y pasamos por encima de los demás?

2 comentarios:

Verso dijo...

Holas preciosa, me gusta leer en una persona joven como tú esas reflexiones, dan idea de tu madurez, sigue así y no dejes que te afecten los desaires de otras personas, la línea correcta es la tuya.
Suerte en tus estudios.
Un beso.

SaraMR dijo...

¡Hola! ¡Cuantos días sin cruzarnos por esta red! Gracias por tus cumplidos, aunque parezca lo raro, puedo sentirme orgullosa de rodearme de personas que coinciden en estas reflexiones conmigo :) Mañana me alejo un poquito de mi blog y de vosotros, me voy a Murcia que empiezo ya las clases en la Universidad. Mi presencia será semanal, o mejor dicho, "fin de semanal", si se me permite inventarme el palabro jejeje.

Un beso muy fuerte querida amiga
^_^